divendres, 14 d’octubre del 2011

La Teoría de la Gran Risa

Qué importante es el humor. Cuando el otro día aludía a Andrés Montes y su #lavidapuedesermaravillosa en mi último post de La Sonrisa Deportiva, creo que tenía mucho que ver con ello. Montes era un hombre que inventaba continuamente, con mejor o peor suerte, poner un poco de humor en su vida y en la de todos. Creo que cada uno de nosotros debería dedicar una horita de nuestra vida a sonreir, a reírnos a carcajadas, a regocijarnos o simplemente a emitir un suave y leve "hehe". Las llamadas SitComs (comedias de situación, de humor, en realidad) nos ayudan mucho para ello. Es un formato infalible en el que durante 20 minutos nos olvidamos del mundo para entrar en un universo particular, que suele ser el de una familia o un grupo de amigos, como es el caso de "Cómo conocí a vuestra madre", "Cheers", "Seinfield", "Mad about you", "La Nanny", "Frasier", la gran "Modern Family" o el ya mítico "Friends". Amor, desamor, amistad, situaciones absurdas, normalmente superincómodas para el protagonista pero hilarantes para el espectador. 

Los protagonistas de la serie "The Big Bang Theory". 
No voy a opinar cual es mejor o peor, porque para gustos, cada uno los suyos y el diablo en el de todos. Pero mi serie favorita en estos momentos, la que más me divierte es sin duda "The Big Bang Theory". Ya sabéis quienes son, cuatro frikis desatados teóricamente superlistos, pero con escasa o nula experiencia social o sentimental, que un día coinciden con Penny, la nueva y guapísima vecina. Lo mejor de la serie no es que esté repleta (repletíiiisimia) de guiños frikis de guión que la mayoría de "gente normal/no friki" no entiende, sinó que a veces te mantiene riendo buena parte del capítulo con situaciones absurdas cargadas de simbolismo para los fans de series, comics, películas y novelas. Aunque la serie comenzó con la tensión sentimental entre Leonard (el chico tímido teóricamente protagonista de la serie) y la propia Penny, últimamente la serie ha cambiado su objetivo entre la relación antagónica entre el compañero de piso de Leonard, Sheldon Cooper (ése gran personaje), y la susodicha vecina, que son sin duda los seres más opuestos del universo. Es una buena decisión porque, a pesar de que el personaje de Sheldon es a menudo histriónico, exagerado y completamente desmesurado en su comportamiento soberbio, asocial e incluso infantil, es el que se lleva el peso de una serie fabulosamente ideada, comenzando por la vestimenta de sus personajes, también llena de guiños frikis, habitualmente hacia los cómics. Si no la habéis visto, ya tardáis. Y si sois frikis, no hace falta que os lo diga, estáis invitados a verla a mi Batcueva. 

PS: Si llamáis a mi puerta, la contraseña es: "Penny (toctoctoc), Penny (toctoctoc), Penny (toctoctoc)...". 

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