dissabte, 13 d’abril del 2013

Sí, Ministro

En los años 80, como en los años 10 del siglo XXI, los políticos conservadores dominaban y gobernaban a su antojo. Igual que hoy en día, la austeridad económica, el liberalismo inhumano y las desigualdades estaban al orden del día. Pero no era todo tristeza, pobreza y lamentos, ya que una serie alegraba las vidas de los ciudadanos, a la vez que les educaba en las acciones de gobierno y política. Una serie de la BBC, no precisamente conservadora, fue elegida por la Maggie de Hierro como su serie favorita. Por la Primer Ministra y por miles de ciudadanos que nada tenían que ver ideológicamente con ella. "Sí, Ministro" (y su secuela  "Sí, Primer Ministro") es una excelente serie de televisión que analiza la vida de un ministro de Asuntos Administrativos, Jim Hacker (interpretado por Paul Eddington), quien es habitualmente manipulado por su Secretario Permanente, Humphrey Appleby (a quien daba vida magistralmente el actor Nigel Hawthorne), y asistido por el honesto y a menudo irónico Bernard Woolley (interpretado por Derek Fowlds), quien a menudo se veía entre la espada y la pared de uno y del otro. 

Una serie magistral que desgrana los entresijos de la política, las tácticas burocráticas, los intereses enfrentados y el resultado de todos ellos que, prácticamente nunca benefician a los ciudadanos. "Sí, Ministro" no es sólo una serie absolutamente actual, a pesar de haber sido filmada en los años 80, sino también la demostración de que se pueden hacer buenas series humorísticas sobre el perverso mundo de la política, que diviertan y eduquen a la vez. Este es un ejemplo (en inglés) de cómo discuten el Ministro y su Secretario de Gabinete sobre un tema político como son las subvenciones.