dissabte, 22 d’octubre del 2011

Continuará...

Si hablamos de cómics americanos, no es un secreto que hay dos grandes compañías que dominan el mercado. Se trata de DC Comics (en la que encontramos a Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Linterna Verde y otros muchos héroes relacionados o no con la Liga de la Justicia) y Marvel Comics (en la que Spiderman, Hulk, Los 4 Fantásticos, Iron Man, los X-Men, el Capitán América y sus Vengadores campan a sus anchas). En el año 2000, Marvel decidió dar una patada al tablero y desdoblar su universo de superhéroes en dos, lo que se llamó la continuidad original y la continuidad Ultimate. Eso fue un movimiento arriesgado por parte de la dirección creativa de Marvel, ya que a mucha gente no le gustó la reestructuración realizada, aunque lo que buscaba obviamente era buscar nuevos clientes, nuevos lectores de cómics, que no tuvieran que estar al tanto de la complejidad de una continuidad argumental que había durado décadas. La jugada hay que decir que no salió mal del todo, ya que consiguió nuevos lectores, pero como ya hemos comentado, no dejó demasiado contentos a los lectores habituales, que habían hecho el esfuerzo de comprar cómics Marvel durante décadas y habían aprendido y asimilado la enrevesada complejidad argumental original. 

'Crisis en Tierras Infinitas' fue la novela gráfica que cambió la forma de vender cómics.
Quince años antes, en 1985, DC Comics celebraba su 50 aniversario con una novela gráfica que sacudiría no sólo el llamado Universo DC (o mejor dicho, Multiverso DC) sino la forma en la que se entendía el negocio del comic norteamericano con el primer gran Crossover (es decir, un gran evento que afecta a todo el universo y a todas las colecciones de cómics que la incluyen). Estoy hablando de Crisis en Tierras Infinitas. Con ella, además de partir el corazón a muchos de sus lectores con la muerte de muchos de sus superhéroes preferidos, se pretendía simplificar la amplia variedad de universos paralelos de los que estaba formado el Universo DC (Tierra-1, Tierra-2, Tierra-3, Tierra-X, Tierra-S, etc etc). La unión de todos esos universos creó unas cuantas decenas de paradojas que se intentaron corregir con los años y con nuevas "Crisis" (es decir, nuevos grandes eventos del Universo DC, que lo sacuden para acoplarlo a los tiempos actuales). Desde 1985 hemos visto llegar muchas crisis, entre las que destacan "Hora Cero", "Crisis de Identidad", "Crisis Infinita", "Crisis Final" y "The Blackest Night (La Noche Más Oscura)". 

Pero ahora, en una jugada similar a la de Marvel Comics con su Universo Ultimate, la dirección de DC Cómics ha decidido reiniciarlo todo y reordenarlo de una forma jamás vista con el llamado Flashpoint. Este Crossover (que aún no he terminado de leer) ha causado sensaciones contrapuestas en los fans de DC, ya que juega a recrear una línea argumental que había permanecido relativamente estable (aún contando los múltiples cambios realizadas por las distintas crisis) desde los años 40 del siglo XX. En mi opinión, DC es la madre de todas las compañías de cómics y pegarle una patada y darle la vuelta como a un calcetín a una continuidad que llevaba 70 años triunfando, puede parecer una opción más que atrevida. El tiempo dirá si fue o no un acierto, pero para mi gusto, vivimos tiempos complejos y arriesgarse con un cambio tan radical me parece altamente equivocado, sobretodo cuando la continuidad argumental que había dejado "The Blackest Night" era del gusto de la gran mayoría de lectores y fue acogida por muchos de ellos con alegría, por el regreso de algunos héroes desaparecidos o muertos en varias de las crisis anteriormente mencionadas. Sea como sea, este humilde blogger seguirá leyendo, atento a lo que vaya ocurriendo. Continuará...

divendres, 14 d’octubre del 2011

La Teoría de la Gran Risa

Qué importante es el humor. Cuando el otro día aludía a Andrés Montes y su #lavidapuedesermaravillosa en mi último post de La Sonrisa Deportiva, creo que tenía mucho que ver con ello. Montes era un hombre que inventaba continuamente, con mejor o peor suerte, poner un poco de humor en su vida y en la de todos. Creo que cada uno de nosotros debería dedicar una horita de nuestra vida a sonreir, a reírnos a carcajadas, a regocijarnos o simplemente a emitir un suave y leve "hehe". Las llamadas SitComs (comedias de situación, de humor, en realidad) nos ayudan mucho para ello. Es un formato infalible en el que durante 20 minutos nos olvidamos del mundo para entrar en un universo particular, que suele ser el de una familia o un grupo de amigos, como es el caso de "Cómo conocí a vuestra madre", "Cheers", "Seinfield", "Mad about you", "La Nanny", "Frasier", la gran "Modern Family" o el ya mítico "Friends". Amor, desamor, amistad, situaciones absurdas, normalmente superincómodas para el protagonista pero hilarantes para el espectador. 

Los protagonistas de la serie "The Big Bang Theory". 
No voy a opinar cual es mejor o peor, porque para gustos, cada uno los suyos y el diablo en el de todos. Pero mi serie favorita en estos momentos, la que más me divierte es sin duda "The Big Bang Theory". Ya sabéis quienes son, cuatro frikis desatados teóricamente superlistos, pero con escasa o nula experiencia social o sentimental, que un día coinciden con Penny, la nueva y guapísima vecina. Lo mejor de la serie no es que esté repleta (repletíiiisimia) de guiños frikis de guión que la mayoría de "gente normal/no friki" no entiende, sinó que a veces te mantiene riendo buena parte del capítulo con situaciones absurdas cargadas de simbolismo para los fans de series, comics, películas y novelas. Aunque la serie comenzó con la tensión sentimental entre Leonard (el chico tímido teóricamente protagonista de la serie) y la propia Penny, últimamente la serie ha cambiado su objetivo entre la relación antagónica entre el compañero de piso de Leonard, Sheldon Cooper (ése gran personaje), y la susodicha vecina, que son sin duda los seres más opuestos del universo. Es una buena decisión porque, a pesar de que el personaje de Sheldon es a menudo histriónico, exagerado y completamente desmesurado en su comportamiento soberbio, asocial e incluso infantil, es el que se lleva el peso de una serie fabulosamente ideada, comenzando por la vestimenta de sus personajes, también llena de guiños frikis, habitualmente hacia los cómics. Si no la habéis visto, ya tardáis. Y si sois frikis, no hace falta que os lo diga, estáis invitados a verla a mi Batcueva. 

PS: Si llamáis a mi puerta, la contraseña es: "Penny (toctoctoc), Penny (toctoctoc), Penny (toctoctoc)...". 

divendres, 7 d’octubre del 2011

El hombre que revolucionó la tecnología

Es curioso porque habitualmente es al revés, es la tecnología la que revoluciona a las personas y a las sociedades en las que viven. Pero en este caso, fue un hombre, Steve Jobs, quien cambió el concepto de lo que hasta ese momento considerábamos tecnología. Trastos cuadriformes, robustos y toscos se convirtieron de un día para otro curbilínas pantallas de mil colores a las que se podía conectar un teclado, un ratón y una cartuchera para trabajar y disfrutar estéticamente al mismo tiempo. Apple dio su segunda revolución con el regreso de Jobs a la compañía, tras algunos proyectos personales semi-exitosos. La diferencia entre una compañía que, ante el rodillo imparable de Microsoft, se hundía en los noventa y la empresa que lleva varios años arrasando comercial y conceptualmente, ha sido sin duda Steve Jobs.

Algunos de los iTrastos más revolucionarios de Steve Jobs.
Su fallecimiento deja en Apple y en sus millones de acólitos una sensación de desasosiego e incertidumbre que no va a ser fácil de superar. El inventor del iMac, el iBook, el iPod, iPhone, el iPad y otros centenares de "i's" ha dejado huérfanos a todos aquellos que disfrutaban desde el primer momento, en el que abren la caja de su nuevo iTrasto y lo ponían en funcionamiento. El mérito de Jobs no fue crear aparatos informáticos y multimedia muy trabajados, sino convertir una compañía en una religión, un producto en una adicción, un presidente en un mesías. Mientras que Bill Gates es uno de los personajes más odiados del planeta, a pesar de destinar millones de dólares en causas benéficas, Steve Jobs es un hombre que provoca adoración entre los suyos. "Un visionario, un genio, un gurú, un mago tecnológico..." todos estos calificativos han sido destinados a Jobs tras su muerte tanto en la prensa, como en Twitter, Facebook y el resto de redes sociales. Jobs convirtió un acto monótono y a veces incómodo (sacar de la caja un aparato electrónico), en un ritual mágico que quienes lo realizan se sienten niños abriendo un cofre del tesoro, en el que la luz emana de la caja blanca e ilumina un rostro ilusionado. 

Nadie se acuerda de que sus productos son más caros que el resto, que tienen multitud de gadgets que deben comprarse por separado por un precio también elevado o que algunas de sus conexiones son incompatibles con otros sistemas. Nadie se acuerda porque los adictos a Apple no escuchan a razones porque les mueve el corazón, la pasión y la atracción por unos productos que adoran. Jobs, yo nunca seré de los tuyos, pero tu mérito es innegable. Te has convertido en el icono de tu religión. 
Steve Jobs 1955-2011